Cuando los caballos se encogen

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    Aunque los caballos nacen para correr, hay muchos que experimentan el doloroso problema de tener calambres al intentar cambiar las velocidades.

    Cuando un caballo acelera su paso al galope, los calambres han sido un problema especialmente difícil de manejar.

    Los caballos son interesantes en su estilo de carrera porque vinculan su respiración al ritmo de sus latidos.

    Cuando los caballos corren, simplemente no traen suficiente oxígeno para sostener sus músculos, que se cansan constantemente debido a la existencia natural de ácido láctico que causa dolor y calambres.

    Recientemente, ha habido nuevos hallazgos en la industria que están permitiendo a los caballos superar este problema y mejorar su rendimiento.

    Gran parte de la investigación se ha centrado en cómo los atletas se recuperan de la acumulación de CO2 en el cuerpo.

    Los calambres son un gran problema en una serie de deportes altamente físicos, por lo que los científicos buscan encontrar vínculos entre la recuperación de los atletas y la forma en que los caballos manejan su actividad extenuante.

    Al hacer ejercicio, tanto las personas como los caballos no obtienen suficiente oxígeno y, por eso, producen grandes cantidades de ácido láctico y CO2. Para recuperarse de esto, el CO2 tiene que abrirse paso a través del torrente sanguíneo y dejar afuera a través de los pulmones.

    El ácido láctico, por otro lado, tiene que ser neutralizado en el cuerpo.

    Los científicos han descubierto que la recuperación de la acumulación de ácido láctico es una respuesta momentánea y se vuelve mucho más eficiente si el cuerpo tiene todos sus sistemas funcionando al más alto nivel. Sin embargo, sin esa habilidad de alto nivel, el cuerpo lucha.

    En caballos, ha habido algunos casos extremos que dejan a los caballos incapaces de correr nunca más.

    Si se hace que los caballos se esfuercen demasiado, podrían sufrir acidosis, que corta el flujo de oxígeno tan severamente que puede producir fatiga a largo plazo.

    En algunos casos, se ha producido daño muscular permanente. Esto ha llevado a muchos en el mundo de los caballos a cuestionar los métodos de entrenamiento entre los caballos y cuánta actividad realizan.

    Los científicos sometieron a varios caballos a pruebas exhaustivas. Colocaron a los caballos en una cinta de correr y le dieron a cada uno un tratamiento diferente de los tres tratamientos disponibles. El primer grupo de caballos tuvo la oportunidad de recuperarse naturalmente de su período de ejercicio.

    • El segundo grupo recibió un inhibidor de la anhidrasa carbónica unos días antes de pasar por el programa de ejercicios.
    • Al tercer grupo se le concedió el mismo inhibidor solo unos minutos antes de saltar en la cinta de correr.
    • Los caballos también estaban equipados con máscaras de CO2, que recogían el gas.
    • Los científicos utilizaron métodos especiales para seguir la progresión del gas a través del cuerpo.

    Los científicos continúan trabajando arduamente para tratar de encontrar nuevas formas de mantener a los caballos en las mejores condiciones físicas.

    Sus hallazgos fueron algo incompletos, aunque descubrieron que cuando el dióxido de carbono abandonaba las células de manera oportuna, la función normal se alcanzaba mucho más rápidamente.

    Se han planeado pruebas futuras para descubrir más formas de mejorar el tiempo de recuperación de estos caballos y permitir un mayor rendimiento en la actividad.

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